“Durante más de dos décadas, he navegado entre las sombras de la crisis, buscando desesperadamente una luz que iluminara mi camino. A lo largo de esta travesía, exploré diversos senderos espirituales y técnicas en busca de paz interior y respuestas que parecían esquivas. Fue entonces cuando al fusionar el arte, el sin sentido que ofrecia la vida y el veganismo se convirtieron en mis compañeros de viaje, ofreciéndome consuelo y nutriendo mi alma herida. Cada expresión artística, cada plato vegano, cada resonancia con un nuevo auto-conocimiento fue un bálsamo que sanaba mi espíritu y me acercaba un poco más a la autenticidad y el propósito que tanto anhelaba. Aunque el camino estuvo lleno de desafíos y momentos oscuros, cada uno de ellos me confrontó con la realidad de mi propia humanidad, enseñándome que incluso en la oscuridad más profunda, siempre hay un potencial interior, habilidades y riquezas que nos guían hacia la propia verdad “